¿Qué es la Atención Dividida?
¿Qué es la Atención Dividida?
Veamos cómo funciona la atención dividida y sus implicaciones en la vida cotidiana.
Es muy probable que, en más de una ocasión a lo largo de tu vida, hayas intentado llevar a cabo dos cosas o más a la vez. Dependiendo de las tareas o los estímulos puede ser que te haya resultado más o menos complejo. Desde los estudios hasta el trabajo y las relaciones interpersonales, la atención dividida está presente en nuestro día a día.
Por ello, a lo largo de este artículo explicaremos con profundidad qué es la atención dividida.
Atención dividida: qué es y cuáles son sus características
La atención es un proceso cognitivo complejo que se ve implicado en la mayor parte de nuestro día a día. Las investigaciones realizadas a lo largo de la historia han permitido comprender mejor el funcionamiento del mismo.
Con el tiempo, se ha demostrado que la atención no es un único proceso, sino que existen diferentes tipos de atención con características y funcionalidades diversas. Aunque podemos encontrar diversas propuestas con multitud de componentes, se considera que los principales son:
- Atención sostenida.
- Atención alternante.
- Atención selectiva.
- Atención dividida.
Entendemos por atención dividida el proceso cognitivo que permite a una persona realizar dos o más tareas —o atender a varios estímulos del entorno— de forma simultánea. Es decir, esta capacidad nos permite procesar la información que llega por varias vías o canales a la vez y, además, dar respuesta a dichas demandas del ambiente a la vez.
Es importante tener en cuenta que, en la sociedad en que vivimos hoy día, la multitarea es un hecho que se valora muy positivamente puesto que se considera efectiva y se relaciona con una mayor producción o ahorro de tiempo.
Sin embargo, no son pocos los estudios que ponen de manifiesto que la práctica de la multitarea pueden llevarnos a cometer errores y/o disminuir el desempeño o la calidad de nuestro rendimiento.
¿Qué nos dice la neurociencia?
Para que la atención dividida tenga lugar, nuestro cerebro debe procesar, integrar y manejar la información que le llega por las diversas vías. Estos procesos son complejos y suelen implicar la activación de áreas cerebrales como la corteza prefrontal y la parietal, entre otras.
Uno de los hallazgos importantes que aporta la neurociencia en este sentido se mencionaba anteriormente. Se ha demostrado que la capacidad de nuestro cerebro para atender a diferentes estímulos de forma simultánea es limitada. Es decir, el cerebro humano no está programado para procesar eficientemente y llevar a cabo diversas tareas complejas a la vez.
Desde la ciencia se ha realizado más de una propuesta para explicar este fenómeno. Si bien reciben nombres diferentes y señalan aspectos diferentes que podrían ayudarnos a entender por qué nuestro cerebro no puede ejecutar varias tareas complejas a la vez, en su globalidad vienen a señalar este hecho.
Una de ellas, por ejemplo, señala que nuestro cerebro tiene recursos finitos y que estos se dividen entre las tareas que estamos realizando. Esto, por lo tanto, implica que el rendimiento no es óptimo en ninguna de ellas. Otra de las teorías sugiere que solo puede realizarse una tarea a la vez y, entonces, el resto se van retrasando.
Además de estas limitaciones, la neurociencia ha puesto de manifiesto otras también realmente importantes. Se ha observado que al intentar llevar a cabo tareas de forma simultánea no se ve afectada únicamente la atención, sino que también se afectan otros factores como la velocidad y la precisión.
Sus implicaciones en la vida cotidiana
Son muchas las situaciones de nuestro día a día en las que la atención dividida se hace presente. Es probable que hayas escuchado música mientras hacías cualquier otra tarea (estudiar, trabajar, limpiar, cocinar, etc.). Quizá has estado respondiendo correos electrónicos o revisando el móvil mientras hablabas con alguien.
Estos son solo un par de ejemplos y es cierto que muchas de estas situaciones pueden ser inocuas para nuestra salud —aunque quizá no tanto para nuestro desempeño—. No obstante, no podemos olvidar lo comentado en el apartado anterior sobre los límites que tiene nuestro cerebro porque esto puede tener un grave impacto en nuestra salud y la de nuestro entorno.
Es de vital importancia comprender que contestar mensajes telefónicos, por ejemplo, mientras conducimos puede suponer una disminución de nuestra capacidad (y velocidad) de respuesta ante cualquier situación inesperada en la carretera. Hay situaciones que requieren de toda nuestra atención y la atención dividida puede suponer un gran peligro.
Además, la atención dividida puede deteriorar nuestro rendimiento académico o laboral tal y como hemos mencionado. Cuando intentamos hacer varias cosas a la vez, es probable que nuestro desempeño se vea alterado, la calidad de nuestra producción baje a la vez que aumenta la probabilidad de cometer errores.
Por último, pero no menos importante, podemos ver también como la atención dividida puede tener repercusiones en nuestras relaciones. Estar pendiente de varias cosas puede llevarnos a malentendidos, confusiones e incluso conflictos.
Estrategias para mejorar la atención dividida
Son diversas las herramientas que nos pueden ayudar a mejorar nuestra capacidad de atención. Por ejemplo, hacer una buena gestión del tiempo nos puede ayudar a focalizar en las tareas que debemos llevar a cabo sin necesidad de dividir nuestros recursos. En este sentido, también hay técnicas que nos permiten entrenar nuestra capacidad atencional.
Además, es realmente interesante incorporar herramientas como el mindfulness. La práctica de la atención plena permite que nuestro cerebro atienda los estímulos del presente y reduzca la tendencia a distraerse con varios estímulos. Esto tiene un impacto positivo también en nuestro desempeño y rendimiento, entre otros muchos beneficios.