Personas que ya han pasado por un bache laboral decidieron compartir sus tristes experiencias en las redes sociales. Hemos estudiado sus historias y hemos recopilado una selección de detalles que pueden considerarse señales de alarma para cualquier empleado.

1. El jefe es reacio a hablar de tu sueldo

Si el jefe se muestra escéptico al hablar de cuestiones salariales, es una señal de alarma. Al fin y al cabo, vas a trabajar por dinero, no es una obra de caridad ni un pasatiempo.

• Mi hermano quería trabajar en una sucursal de una empresa muy conocida que fabrica teléfonos. Durante seis meses lo torturaron con entrevistas. Al final le dijeron: “Te aceptamos a prueba”. Les preguntó: “¿Y qué sueldo tendré después del periodo de prueba?”. El jefe lo miró extrañado y le dijo: “Alex, estás haciendo preguntas indecentes. No nos gusta la gente mercantil”. Estuvo allí cuatro meses y renunció.

2. Las colegas y los supervisores te llaman fuera de horario laboral

Si tus jefes te llaman durante la pausa para comer, eso es malo. Peor aún es que tu jefe o tus compañeros te envíen mensajes de trabajo a cualquier hora del día y de la noche.

• Mensajes de jefes en privado un martes por la noche o un domingo soleado por la tarde… Si el jefe te manda mensajes cuando el resto del mundo hace su vida, merece la pena pensártelo. Lo más probable es que, con un trabajo así, tú también tengas que renunciar a tu vida. © Matt Bennett / Quora

3. El empleador plantea exigencias poco realistas

En la fase de la entrevista ya puedes entender muchas cosas sobre un empresario. Por ejemplo, te preguntan cuándo podrás empezar a trabajar. Si es necesario un traslado, es obvio que esto no ocurre en un chasquido de dedos.

• Una vez hice una entrevista en una empresa que me pedía que me trasladara a la otra punta del país para trabajar. Hubo 3 rondas de entrevistas. Después de la última parte, hubo un mes de silencio. Y entonces me hicieron una oferta: me contratan, pero tengo menos de 24 horas para decir si acepto o no. Quizá me hubiera mudado a 3 000 kilómetros de casa, pero ni siquiera había estado nunca en esa ciudad: todas las fases de la entrevista se hicieron por Internet. Y necesitaban que estuviera en el trabajo en 6 días. No tenía tiempo para prepararme y trasladarme. Lo rechacé. © aattanasio2014 / Reddit

4. El empresario utiliza a menudo la palabra “familia”

A veces puedes oír decir a los jefes: “Aquí todos somos una gran familia”. Puede que te estén manipulando de esta manera.

• La palabra “familia” es literalmente una enorme bandera roja. Vas a trabajar para ganar dinero y avanzar, no para ser una familia. Si una empresa dice que todos son una gran familia, significa que hay unas pocas personas que dictan las normas y el resto tiene que adaptarse. De lo contrario, estos últimos serán despedidos. Seguro que quieres formar parte de un equipo, no de una familia. Un equipo avanza. Y la familia se pelea, tiene favoritos, etc. © Harold M. Smith / Quora

5. Trabajar en esta empresa te hace lucir cansado y agotado

Nuestras preocupaciones afectan a nuestro aspecto, y la gente que nos rodea lo nota.

• Puede que tú mismo te des cuenta de que no tienes buen aspecto. O puede que llegues a casa después de un día de trabajo y tu familia y amigos te pregunten si todo va bien. Si esto ha estado ocurriendo desde que conseguiste tu nuevo empleo, significa que hay algo que no va bien en este trabajo. © Henry Landau / Quora

6. La empresa tiene una elevada rotación de personal

Los cambios frecuentes de personal en una empresa son una señal de alarma. Antes de aceptar un puesto, siempre que sea posible, intenta informarte sobre la empresa y averigua por qué se marcha la persona que trabajaba allí antes que tú.

• “¡Soy nuevo! Él es nuevo. Todo el mundo es nuevo”. Si una empresa no crece en absoluto, probablemente tenga un alto índice de rotación del personal. Tú también serás nuevo hasta que te quedes en paro. © Matt Bennett / Quora

7. A menudo, tienes que trabajar más horas

Hoy en día, por desgracia, el trabajo fuera del horario laboral no sorprende a nadie. Sin embargo, hay cosas que sobrepasan los límites de lo razonable.

• Son las señales de alarma de una mala empresa. Te prometen una cena gratis en una buena cafetería si te quedas trabajando después de las 7; un gimnasio en la oficina; tienes que guardar un traje de repuesto en el lugar de trabajo; servicios de lavandería gratuitos; vacaciones ilimitadas. Traducción: “Nunca saldrás de la oficina”. © ohio_redditor / Reddit

8. La empresa ignora la pausa para comer

Algunos jefes se llevan el almuerzo de casa y esperan que sus subordinados sigan su ejemplo. En lugar de dar un paseo durante la pausa del almuerzo, la persona simplemente se queda encerrada en la oficina.

• Era mi primer día en un trabajo nuevo. Era la hora de comer. Vi que nadie se ponía el abrigo en la oficina. Me pareció raro. Agarré mi bolso y les dije a todos: “¡Me voy a almorzar!”. La jefa, con voz desagradable: “En realidad, no es costumbre que salgamos a almorzar. Mira a Isa que simplemente toma un café con un bollo”. Cuando me contrataron, no dijeron ni una palabra al respecto. Me enfadé, pero dije fríamente: “Tengo gastritis y necesito sopa caliente. ¿Me va a regalar un estómago nuevo?”. Al final, no trabajé allí, por supuesto. Pero no me arrepiento de haberme ido de ese sitio.

9. Hay un ambiente tóxico en el trabajo

Además de los jefes tóxicos, también hay empleados que se comportan de forma grosera, egoísta y difunden negatividad. Pero se les tolera porque, o bien son amigos de alguien en las altas esferas, o bien el director los considera demasiado útiles como para despedirlos.

• Si tu jefe siempre está gritando y tus compañeros siempre están tensos, es una señal de alarma. Este trabajo no es adecuado para ti.

10. Las perspectivas son demasiado halagüeñas

La empresa es nueva, pero te dicen que pronto serán los reyes del mercado. Quizá no sea un engaño deliberado y el jefe simplemente se haga ilusiones.

• Conseguí trabajo en una agencia de viajes. Empezaban de cero, sin tener una base de clientes. Tan solo habían alquilado la oficina, ni siquiera tenía aún los muebles. El jefe no paraba de hablar acerca de cómo todos nos convertiríamos en reyes del sector. Pero el primer mes tendríamos que trabajar gratis. Y también me ofreció trapear el piso de la oficina y venir a cargar los muebles. No bromeo.